dissabte, 19 de maig del 2012

Filigrana

Restaurante Filigrana Barcelona

Restaurant Filigrana
Plaça Espanya, 6–8 (entrada por el hotel)
Tarragona, 99 (acceso directo al restaurante)
08014 Barcelona
Tel. +34 93 426 26 00
Fax +34 93 426 04 00

reservas@restaurante-filigrana.com
www.restaurante-filigrana.com



Aprovechando unos vales de descuento del LetsBonus y la cercanía al despacho, nos animamos a descubrir la cocina del restaurante del Hotel Plaza, de la cual había leido unas críticas bastante buenas.

De entrada tengo que decir que el servicio de sala fué lo más destacado de la noche y nos sorprendió muy gratamente (aunque debería ser práctica habitual en este tipo de establecimientos, desgraciadamente no siempre es así).

El vino que entraba en el menú (un Rioja cosechero embotellado directamente por el viticultor para ellos), y después de insistir la jefa de sala que lo probara, fué descartado siendo sustituido (con muy buen criterio por parte de la misma) por un estupendo ORTOS (D.O. Montsant), del que no tenía conocimiento. El Rioja no es que fuese malo (que si sencillo), es que no me apetecía cenar con un vino tan "Rioja".

Para empezar, nos sirvieron unas croquetas de calçots. Correctas. Sin más.

Croquetas de calçots

Seguimos con unos espárragos salvajes salteados con butifarra negra y chipirones. Sencillo. Correctas cocciones y materias primas sabrosas por separado, pero con poca consistencia en el conjunto.

Espárragos salvajes salteados con butifarra negra y chipirones


Muy similar al anterior en cuanto a sensaciones se refiere, el siguiente plato consistió en un morro de bacalao con sopita de almendras y tartar de calabacín. Buen punto de cocción del pescado, pero poca integración y contraste del resto de elementos que componían el plato. 

Morro de bacalao con sopita de almendras y tartar de calabacín


El último plato del menú fué (al menos para mi) el mejor de la noche con diferencia, por elaboración, sabor, melosidad y conjunción de sabores. Consistió en una espaldita de cordero crujiente cocida a baja temperatura con un cremoso de patata trufado.
Espaldita de cordero crujiente cocida a baja temperatura con un cremoso de patata trufado

Los postres consistieron en un helado de iogurt búlgaro ("Señora enseña el búlgaro...:)") y pan con chocolate, aceite y sal. Tengo que reconocer que (a pesar de mi hipersensibilidad dental) lo encontré muy bueno. Una nueva versión del "pa amb xocolata, oli i sal" de toda la vida.

Iogurt búlgaro y pan con chocolate, aceite y sal

Y tras los postres, café y ...borrón y cuenta nueva.

Dos detalles que no nos gustaron (dejando aparte el nivel de la comida), fueron que el pan que nos sirvieron de inicio debía ser de AC ya que estaba duro y seco como la mojama. Tuvimos que pedir que nos lo cambiaran y (¡oh sorpresa!), al minuto nos lo trajeron tierno del día. El otro detalle que creo que no corresponde a un restaurante de este nivel, es que puedan acceder dos rumanas al interior del local con claras intenciones delictivas (cogí el móvil raudo y veloz, cuando vi que una de ellas venía directa a nuestra mesa). Por otro lado, debo reconocer que rápidamente fueron puestas de patitas en la calle, con lo cual podemos decir que fue una anécdota (aunque si hubiesen logrado su objetivo, no se que podía haber pasado...).

En resumen. Creo que 60 € es un precio excesivamente elevado para un menú en el que tampoco es que destaquen materias primas exclusivas o elaboraciones trabajadas. Hasta con la oferta de 24 € que es con la que acudimos, me sigue pareciendo caro... Aunque por situación (en plena Plaça Espanya) imagino que está más orientado a turistas pudientes con paladares poco exigentes.


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